miércoles, 29 de julio de 2009

La noche

La noche me asusta,
la oscuridad llega y con ella los monstruos debajo de mi cama,
los duendes que salen del closet,
las manos que me jalarán en el baño...
Sin tí, soy un niño perdido en la oscuridad.

Los perros ladran afuera,
el rugir de los camiones en la calle no cesan,
y aqui estoy yo, frente a la computadora,
intentando darle sentido a tu ausencia,
intentando dar sentido a mi vida después de ti.
Sin tí, soy menos que la sombra en que me había convertido.

Tu risa se me ha vuelto necesaria,
aunque a fuerza de repetición me vuelvas indigno,
me reiteres prohibido,
me refuerces ajeno,
me grites cobarde...
aun cuando lo que menos he hecho ha sido abandonarte.

Y es que esta paradoja que se ha vuelto la historia de ti conmigo,
es una sátira de lo que alguna vez fue mi vida...
Y te juro que cambiaría mil historias de amor vividas por un beso tuyo,
mil cuerpos poseidos por la gloria del tuyo,
mi historia pasada y futura por un presente contigo.
He tenido tanto y tanto y al final, no te tengo...
paradoja maldita, lección dolorosa del destino.

Pero aquí estoy...
arrastrando una vida que me vuelve impuro,
cargando una situación que me convierte en absurdo,
pecador...
buscando lo que supuestamente ya tengo,
inventando teorías que justifiquen mi locura,
mis inconsistencias, mis incongruencias,
mi necesidad de ti...

Si pudiera elegir mi vida a partir de ahora,
te buscaría antes de tiempo,
para no llegar tarde,
para alcanzar la oportunidad siquiera,
para no sentirme rechazado antes de siquiera haberlo intentado.

Sin embargo, no puedo cambiar mi historia, ni mis decisiones,
y eso me hace sentir tanta impotencia,
tantas ganas de no ser quien siempre he sido,
de romper el tiempo a puñetazos,
de partir el destino en mil posibilidades,
de ser bueno,elegible, para ti...
Porque sin ti,
me siento como un barco a la deriva,
como un naufrago sin isla, ni tabla para salvarse,
como un pequeño sin ilusiones,
como un hombre sin futuro (aunque en realidad, nunca hayas aceptado soñar en eso conmigo)
como un perro sin dueño (que trillado, pero es cierto)
como papa sin catsup (que payaso, pero asi de insipida y a la vez salada es mi vida sin ti)

Sin ti, me siento menos que nada,
porque por alguna razón, tus buenos días alegran mi vida,
tus respuestas me hacen sentir el alma acompañada,
tu presencia me hace pensar que al final,
esta terrible soledad puede ser una fantasía,
solo una broma, una ilusión...

Y es que el destino a veces nos juega bromas de este tipo.

Agradezco a la vida porque rogue por alguien que aliviara este hastío.
Y llegaste tú y me has dado felicidad.
Y excediste con creces todo lo que pude haber esperado de la vida y del futuro.
Y ahora que te siento lejana, que te reiteras negada para mi,
una enorme tristeza invade mi alma.

De verdad me haces feliz,
y prefiero la felicidad de sentirte cercana,
en la condición que sea, bajo tus reglas y parámetros,
contra mis ideas y contra mis creencias...
a esta agonía, muerte lenta de verte alejada...

No me castigues con tu ausencia.
No después de haberte conocido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario