miércoles, 29 de julio de 2009

De ida y vuelta

Viajo por la madrugada con tu imagen en la mente,
creo seguir dormido y aún en sueños poseerte.
Durante el día doy vueltas, voy, vengo, camino...
salgo, entro, subo, bajo, corro, dormito, desfallezco.
Y ahí, tú, conmigo.
Como mi sombra, como mi sangre, como mis ganas.
Mis ganas de ti, de tu cuerpo. De poseer tu alma.

Regreso de noche con tu imagen en la mente,
cansado, con el sonido de tu voz clara en mi memoria.
Durante la noche, sueño, sudo, lloro, doy vueltas...
despierto, duermo, pienso, medito, me levanto, me acuesto.
Y ahí, tú, conmigo.
Como mi aire, como mi luna, como mis ganas.
Mis ganas de ti, de tus labios. De poseer tu espíritu.

Entre el día y la noche, soy ángel, demonio, vampiro.
Alma en pena, espiritu en trance, cuerpo sin vida.
Vida sin ti.

Te tengo en mi mente 24 horas,
te huelo en evocaciones,
te escucho en recuerdos,
te toco en las huellas que has dejado invisibles en mi piel...
Y estás, sin estar conmigo.

Dualidad, omnipresencia...

Te hablan mis manos y te escuchan mis ojos,
a través de la pantalla del teléfono que se ha vuelto una ventana,
donde me asomo y te busco, donde toco y te encuentro.

Te grito,
Te invoco,
y ahí estás tú, siempre tú,
del otro lado, en el otro extremo, en la otra orilla...

De ida y vuelta.

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